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El ganador del heads-up del MSPT del Venetian y se fue a dormir al sofá

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Kristen Bicknell y Alex Foxen se han jugado esta madrugada el triunfo en el MSPT Venetian de 5.000$. El resultado del heads-up va a provocar mucho análisis de manos y mucha discusión, sobre todo en casa de los dos finalistas, que conviven felizmente como pareja.

La existencia derelaciones románticas en el circuito no es algo novedoso. La incorporación de la mujer al poker es una de las grandes asignaturas del sector, pero las que han decidido dar el paso e ignorar los obstáculos impuestos por el ambiente masculino de las poker rooms han encontrado alguna que otra perla entre sus rivales.

Ahora hay parejas formalizadas y muy famosas, como Jason y Natasha Mercier, los prometidos Celina Lin y Randy Lew, o los aventureros Igor Kurganov y Liv Boeree, con vidas y negocios en común. Pero vamos, que este tipo de encuentros vienen de lejos, y en las WSOP tienen sus propios referentes como los Jett, Karina y Chip; Jennifer Harman, ahora señora de Traniello o aquella llamativa pareja que formaron durante un tiempo Daniel Negreanu y Evelyn Ng. Y qué decir de la pareja del poker por excelencia, Jennifer Tilly y Phil Laak, que llevan paseando su complicidad por todos los platós desde hace más de una década.

En España también tenemos nuestra dosis de poker rosa. Por ejemplo, a una feliz Ana Márquez, que descubrió la pasión por el circuito de la mano de Bryn Kenney y ahora vive en Austria junto al crack de Thomas Mühlöcker.

Lo que nunca ha llegado a coincidir es que ambos miembros de una pareja sublimaran su rendimiento pokerístico a la vez. No se nos ocurren ejemplos de una pareja tan dominadora en el circuito como la que ahora forman Kristen Bicknell y Alex Foxen.

Bicknell es actualmente la jugadora mejor clasificada en el GPI, en el número 27º, y con un máximo histórico reciente que la llegó a poner la 20ª del mundo. Su permanencia en lo alto del ranking le ha valido el American Poker Award a la Mejor Jugadora de 2017. Tiene dos brazaletes de las WSOP y ha ganado un High Roller en el APPT Macau y uno de los paralelos más importantes del WPT 5DPC.

La clasificación de Foxen es aún mejor, 5º del mundo. Empezó la escalada del ranking recopilando cajas a porrillo en las WSOP 2017, donde estuvo en la pelea por el POY, y se ha consolidado como uno de los jugadores más peligrosos del circuito de High Rollers, con victorias en el APPT Macau y en el WPT LAPC y un premio de siete cifras como segundo calsificado en el Five Diamond.

Estaba casi cantado que tendría que llegar el día en que uno se pondría en el camino del otro. Los dos coincidieron ya en una mesa final previa, en los partypoker LIVE MILLIONS de Barcelona, pero sus rivales se encargaron de que no se convirtiera en algo personal y los echaron en 7º y 8º lugar. El temido heads-up llegó esta madrugada, en el evento principal del Mid States Poker Tour que organiza todos los veranos el Venetian.

La pareja multiplicó por dos el valor que le confería al torneo el overlay sobre el 1.000.000$ del garantizado. Los 178 registros no cubrieron la bolsa de premios, y Foxen y Bicknell se encontraron con 439.000$ a repartir en las dos últimas plazas del torneo.

Intentaron reducir la fricción y firmaron un reparto amistoso de 200.000$ por cabeza, pero las normas de ltorneo obligaron a dejar un remanente. Uno de los dos iba a tener que infligir una derrota al otro, y arriesgarse a una bronca en casa.

Foxen despachó el trámite lo más rápido posible, para evitar roces innecesarios. Le quitó valor a su victoria, comentando el papel que tuvo la suerte en la fase final del torneo, y reconoció que se le pasó en grande jugando contra Kristen.

Fue divertidísimo, se dieron situaciones muy interesantes en la mesa. Fue una montaña rusa, hubo muchos all-in ins cuando se redujo la mesa final. Mucho trasvase de fichas, pushes por todos lados. Al final resultó que mi lado de la mesa era el bueno.

Bicknell tampoco mencionó el sofá como castigo por la derrota, pero reconoció que las ganas de victoria le pusieron a prueba.

Hubo momentos muy frustrantes,  porque quiero que a él le vayan bien las cosas, pero tambén quiero que me salgan bien a mí. Los dos queríamos ganar y los dos queríamos que el otro gane, y eso es imposible, y lo hace un poco duro. Además, como hablamos de poker constantemente, cuando nos enfrentábamos directamente sabíamos

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