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¿Raúl Mestre contra el bluff?

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Siguendo la tendencia de páginas internacionales, que han publicado algunos textos de Raúl Mestre, quisimos compartir con los usuarios este artículo de su autoría, donde reniega del bluff y explica sus razones.

El artículo se llama “¿Por qué los faroles me gustan tan poco?” y es de fácil comprensión. Esperamos que lo disfrutes.

¿Por qué los faroles me gustan tan poco?

Seguro que el título resulta extraño a la gente que piensa que tengo un estilo de juego con una agresividad muy elevada y muy loose.

Lo cierto es que como ya he dicho en otras entradas, creo que mi mayor “leak” como jugador es pasarme de conservador en algunos casos, rechazando algunas situaciones marginales multistreet, y sobrevalorando a veces la agresividad/tendencia a pagar de mis oponentes.

Con todo, es curioso que sigo viendo situaciones en las que la gente duda cuando necesita porcentajes de éxito en su farol realmente altos. Esto suele suceder con proyectos malos contra jugadores tight.

Por ejemplo, si tenemos un proyecto de escalera con una mano tipo Q4 en un flop 567 y nos enfrentamos a una subida, hay gente que instintivamente tiende a pushear. Al fin y al cabo, “tienen” un proyecto de escalera abierta y una overcard. 11 Outs, que viene a ser un equity cercano al 50%.

Por desgracia el mundo real no es tan generoso. Una mano de este tipo tiene un equity mucho más próximo al 20 o 25% que al 50%. Esto no significa que con un equity del 20% no podamos intentar un semifarol, pero desde luego el PME que vamos a necesitar es mucho mayor. Y esto es algo que muchos jugadores no asimilan con facilidad. Cuando faroleamos con muy poca equity, necesitamos porcentajes de éxito muy alto, a veces superiores al 50% (si lo que arriesgamos es mayor que lo que vamos a ganar).

Imaginemos que pagamos la subida de un rival y que el flop es Axx. En el bote hay 5bb, y nuestro rival apuesta 3bb. Si nosotros subimos a 8bb, estamos arriesgando lo que hay en el bote (8bb) y necesitamos un 50% de éxito para que un farol sea rentable, puesto que si no tenemos nada y el rival nos paga, nuestro equity es próximo a 0.

La misma situación pero con más dinero detrás y un semifarol es equivalente. Supongamos que tenemos un 20% de equity y que vamos a ir All-in en el flop por 20bbs. Cuando el rival abandone, ganamos 8bb. Cuando nos pague, recuperamos 8bb del bote (nuestro equity del 20% por el bote final de 40bb) y tenemos que meter 12, con lo que perdemos 12bb por call. Necesitamos que abadone más del 50% de las veces para que el semifarol sea rentable.

Pensar en el % de éxito que necesitan los faroles es importante. Si no lo hacemos, acabamos pusheando cada situación con algo de equity y fold equity. Y esto es un error si ambos son bajos. Si el rival es tight, pensamos que no va a farolear en el board en cuestión o pensamos que tiene un farol ocasional pero poco a menudo, solemos neceitar mucho equity para justificar un semifarol. Los faroles puros muy rara vez tienen equity, y un semifarol con muy poco equity es casi un farol total.

Hay situaciones donde los faroles o contrafaroles tienen su lugar, fundamentalmente cuando el rango del rival tiene una cantidad insana de manos débiles y esperamos tener porcentajes de éxito muy altos. Aunque se dan, no son situaciones tan habituales y se limitan casi siempre a boards secos y a rangos de mano en zona de robo en el river.

Otro tema relacionado con este, en el que se piensa menos a menudo de lo que se debería (sobre todo preflop), es en el coste de los jugadores que quedan por hablar. Cuando nos planteamos robar un bote (sea resubiendo, sea abriendo) con una mano que no puede “aguantar” acción detrás de ella, la diferencia de los jugadores detrás es esencial. En los rangos de Open Raise es algo que casi cualquier jugador competente va a aplicar esto, abriendo más en late que en early. SIn embargo, en las resubidas muchas veces se infravalora el coste de los jugadores detrás de nosotros.

Los jugadores detrás nuestro cuando resubimos una mano débil son caros. Cuanto de caros depende de cuantas manos vayan a jugar tras nuestra resubida y del tamaño de la misma, pero siempre se llevan una parte sustancial del beneficio de una resubida. Si no tenemos en cuenta este hecho y resubimos alegremente con muchos rivales detrás porque nos parece “ajustado pero rentable” o para “mezclar nuestro juego” podemos estar haciendo muchas apuestas perdedoras.

Así que ojo, ten siempre en cuenta el PME que necesitas antes de lanzarte a farolear o semifarolear, y ten en cuenta factores como los jugadores que hay detrás de ti y el equity real de tu mano.

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