Si estás participando, lo importante es jugar de una manera responsable: estás representando a tu país y no puedes regalar tus fichas con una mano marginal, ya que al resto de los compatriotas les costará más vencer al otro equipo (Recuerden que los ganadores son los que se alimentan de los fish a lo largo del torneo).
Aquí les comento una historia de trabajo en equipo, que les permita sacar algunas conclusiones:
Se encontraba un vendedor de jureles tipo salmón frente al Casino de Viña del Mar. Mantenía a estos fish en tambores de 200 litros de agua fresca y decidí consultar por esta interesante variedad.
El individuo utilizaba dos tambores. Uno tenía jureles tipo salmón de costas americanas y el otro de costas chilenas. El vendedor comenta que esta variedad de fish es el único que al estar unos segundos fuera del agua endurece sus aletas y puede volar largas distancias, incluso de hasta tres kilómetros. Le consulté el precio y contestó que costaban lo mismo. La única diferencia es que un tambor debía permanecer tapado y el otro destapado. Le pregunté por qué y su respuesta fue la siguiente:
“Muy sencillo. Los que permanecen en el tambor tapado son los fish traídos de costas americanas y los del tambor destapado son de costas chilenas”, respondió. ¿Y cuál es la diferencia si ambos son jureles tipo salmón? ¿Por qué mantienen a aquéllos tapados y a esos otros destapados?
“Los americanos permanecen tapados porque se ayudan mutuamente. El grupo levanta a algunos compañeros para que se mantengan en el aire y puedan endurecer sus alas. Así comienzan a volar y ayudan a los que quedan en el agua sosteniéndolos como en una maniobra comando. Al cabo de unos segundos todos arrancan y vuelven al mar. Es por ello que los mantengo tapados”, volvió a responder el vendedor.
¿Y los pescados chilenos no arrancan?, pregunté sorprendido. “No. Cuando un fish chileno intenta volar, es el mismo cardumen quien se encarga de bajarlo. Así ha sido siempre”, finalizó.
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