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Engañoso éxito del Social Experiment de Matt Savage

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Engañoso éxito del Social Experiment de Matt Savage
El director del WPT propuso un torneo sin teléfonos, capuchas ni gafas de sol en la mesa y el público respondió acudiendo en masa y destrozando el garantizado. Pero es que el torneo era buenísimo.

Matt Savage, con la indispensable colaboración del Commerce Casino, ha llevado a cabo su “experimento” de regresión en el poker. Savage propuso volver a los tiempos en los que todo el entretenimiento disponible en la mesa era la conversación y las habilidades sociales de tus rivales, y el aspecto social del poker estaba en su máximo apogeo.

 
El proyecto, The Social Experiment, no debaja de tener su intríngulis. En un país en el que te cae una demanda por mirar mal, despojar a un jugador de su teléfono sin su colaboración tiene unas complicaciones legales que no merecen el esfuerzo. Y utilizar como excusa para no dejar entrar en el torneo a alguien que lleva auriculares o gafas de sol, ya mejor ni hablamos. Pero la colaboración de los asistentes fue exquisita.
511 personas se dejaron convencer para actuar como conejillos de indias en este torneo de laboratorio, pagando 350$ por el “honor”. La organización contaba con poco más de 300, a juzgar por el garantizado de 100.000$. Con razón, Savage se mostraba exhultante en las redes sociales mientras iba anunciando los números del torneo.
Nika Futterman, regular del Commerce, aceptó el reto de renegar de la tecnología para su entretenimiento y quedó muy contenta con el resultado.
“Me encanta esta idea de que la gente tenga que conectar. Creo que es de lo que va el poker. Te ayuda a concentrarte de una manera que normalmente no consigues. Yo soy de las que están con el teléfono o viendo una serie para evitar regalar mis fichas. Ha sido muy interesante intentar mantener la concentración”.
Valentin Vornicu, se tragó el cebo con anzuelo, plomada y señuelo incluidos.
“¡Me encanta!¡Es una gran idea! Deberían programar al menos un torneo así en cada festival”.
Alguna que otra celebridad también apoyó la iniciativa con su presencia. Bruce Buffer, la voz de la UFC, disfrutó del ambiente en la mesa.
“Encuentro que las conversaciones han sido muy agradables, comunicarse con la gente, hacer bromas”.
El país del arcoiris y la piruleta. Pero para conseguir esta armonía y este buen rollo hubo que sacrificar muchas cosas. Tantas que mucha gente no fue capaz de realizar el esfuerzo. Que conste que los primeros en darse cuenta de las cosas fueron Savage y los propios participantes.
Como dijo Buffer, “me he dado cuenta de que le media de edad estaba sobre los 40, así que ha habido que prescindir de la generación más joven”. Y no todos buscaban compartir un buen rato y conversar con los rivales. Vornicu, como buen pro, señalaba el aspecto más práctico del torneo.
“Yo lo que creo es que la razón más importante par aque la gente esté aquí es que la estructura era buenísima. Si este fue uno de los torneos habituales de 350$ con 10.000 puntos, no creo que hubiera habido más de 100 personas. Pero con el triple de stack y una recompra como había, la estructura es perfecta”.
Y ni con esta estructura se logró convencer a todos. El mayor pero que se le puede poner a esta idea romántica del poker es que, a veces, la tecnología no es solo un capricho, o un accesorio. En el tiempo que nos ha tocado vivir, para muchos es una herramienta de trabajo. Una jugadora local que estaba en el Commerce para jugar el día 2 de otro torneo, poseedora de varios negocios, no lamentaba perder la oportunidad de jugar.
“En mis negocios, hacemos una pequeña fortuna a través de Facebook, pero necesito estar en el PC o en el teléfono. Si tengo mi móvil conmigo puedo trabajar y jugar al poker a la vez, y no me planteo jugar en un torneo en el que no pueda usarlo”.
Un finalista del WPT, Aaron Kweskin, vió, probó y se convenció, pero solo hasta un cierto punto.
“Creo que funciona como una excepción, una vez al año. No paraba de echar mano al teléfono, antes de darme cuenta de que no lo tenía ahí. Es una estipulación divertida, pero yo llevo tres negocios, y podría haber aprovechado mucho mejor mi tiempo. En este punto, estamos muy acostumbrados a la tecnología, y no veo que se deban cambiar las cosas”.
Creo que el mensaje que recibió Savage fue un resumen bastante equilibrado de las diferentes posturas. Es probable que el Social Experiment se vuelva a repetir en el futuro, pero para nada espera que sea una revolución en el poker en vivo.
“Definitivamente creo que lo volveremos a hacer en algún momento, no sé cuándo. Probablemente no será en el próximo festival, a lo mejor con el año más avanzado, o en el LAPC. El torneo tiene un sabor diferente, seguro, y los jugadores parece que lo están disfrutando. Creo que habrá un momento y un lugar para volver a hacer este evento, y estoy muy contento de que lo hayamos probado”.

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