Decepcionado. Así se sentía Mauricio Zeman tras su lamentable derrota. Y cómo no estarlo, si durante todo el torneo estuvo sobre el promedio de fichas. Pero dos manos sentenciaron su suerte.
Tras estar con casi 80.000 fichas íntentó hacer un par de robos sin buenos resultados y bajó hasta alrededor de 60.000. Luego, con J-J en mano, sube a 8.000 (las ciegas estaban 1.200 – 2-400) y un rival se va all in con poco más de 35.000. Tenía A-K. El flop trae A-10-10, nada en el turn ni en el river y Zeman queda bastante herido.
“Sabía que estaba en un flip de 50 y 50, pero ya tenía 8.000 fichas metidas y me sentí commited (obligado)”, explicó Zeman.
Luego, con K-Q en la ciega grande paga una subida de un rival y el flop trae A-Q-2. El contrario manda all in y Mauricio no tuvo alternativa. “Sabía que era muy probable que tuviera el As, pero con mi cantidad de fichas no podía hacer otra cosa”, explicó.
Quedan 53 jugadores, las ciegas están en 1.200 – 2.400 y antes de 300. El promedio de fichas está en 97.735.
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