El presidente de Globalia llegó a Dominicana el domingo 9 de octubre dispuesto a pasar unos días de asueto pero sin dejar de lado algunos de los temas pendientes que tiene en el país. En esta ocasión vino acompañado de Emilio Vindel, maestro del póker, todo un personaje en el mundo de las cartas y un hombre de las hechuras del mandamás del primer grupo turístico del país (en facturación).
hidalgo-vindelDel aeropuerto, Hidalgo se fue a un hotel que tienen a tiro de piedra de la terminal, el Hamaca, donde el iraní Ali juega también sus cartas, pero no de póker, sino de las inversiones. El fiel Matías lo recogió y fue testigo de las primeras reuniones de trabajo encaminadas a solventar los problemas que acucian desde hace tiempo al grupo en el país y que parece que van por buen camino.
Hidalgo quiere dejarle expedito el camino a su hijo Javier, los menos problemas posibles. En Dominicana y en otros predios. A Javier y, ojo al dato, que diría su compadre José María García, a un Serrahima que va a desempeñar un papel clave en el futuro inmediato de Globalia. De hecho, ya se está moviendo en el proceloso campo de las inversiones antes de tomar asiento. Atentos.
Pero más que a trabajar, Juan José Hidalgo se marchó a República Dominicana a descansar. Y el descanso del presidente de Globalia consiste en jugar a golf y a las cartas. Este fin de semana ha estado en Punta Cana, dándole al palo y a la baraja con Vindel, todo un experto en el mundo de las cartas y más concretamente del póker. Por cierto, los casinos Kaviar le marchan bien al salmantino en Dominicana.
Hidalgo ha reiterado estos días que casi con seguridad se quedará a vivir en Dominicana. No es la primera vez que lo dice pero parece que esta vez va en serio, a sus 75 años ya y con el grupo en manos de su hijo. Que, por cierto, hará más cambios en Air Europa al margen del nombramiento de Mario Hidalgo. O eso dicen desde la compañía mandos intermedios. Habrá que estar aún más atentos.
Aterriza Hidalgo en Dominicana en plena polémica de los impuestos. El responsable del departamento estatal cuestiona a los empresarios turísticos y en duras declaraciones ha llegado a llamarlos evasores. Los hoteleros esperan que el presidente de Globalia no haga declaraciones sobre este asunto para no enconar más la tensa relación del empresariado con la DGII.
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